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Biden aprueba ley que prohíbe el uso de marcas confiscadas por el régimen cubano en EE.UU

El congresista Mario Díaz-Balart declaró a ADN Cuba que la ley evita que la dictadura en Cuba se beneficie de propiedades robadas

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Bacardí gana una apelación en Estados Unidos y vuelve a la batalla legal por la marca Havana Club

Actualizado: December 4, 2024 11:01am

El presidente norteamericano Joe Biden firmó este fin de semana la ley "No Stolen Trademarks Honored in America" (No se reconocen marcas robadas en EE. UU.), aprobada por el Congreso de Estados Unidos.

Según una nota de prensa de la Casa Blanca el domingo 1 de diciembre de 2024, el presidente promulgó esta ley, que modifica la prohibición de reconocimiento por parte de los tribunales de los Estados Unidos de ciertos derechos relacionados con determinadas marcas y nombres comerciales ligados al castrismo. 

El objetivo de esta legislación es el de proteger los derechos de los ciudadanos cuyos bienes fueron confiscados por el régimen, una medida calificada por La Habana de "agresiva". 

En conversación con ADN Cuba, el congresista Mario Díaz-Balart señaló que el proyecto primeramente fue aprobado por la Cámara de Representantes y el Senado con un fuerte apoyo bipartidista para "proteger los derechos de a quienes el régimen de Castro confiscó su propiedad intelectual".

Díaz-Balart dijo ser un "permanente defensor de esta legislación", que busca "proteger mejor los derechos de propiedad y prevenir que la dictadura en Cuba se beneficie de propiedades robadas". 

Reacciones del régimen cubano a la ley 

Tras la aprobación de la ley, el canciller del régimen cubano, Bruno Rodríguez, apuntó en la red social X que la llamada “ley de marcas robadas” recién firmada por Biden era una "medida agresiva" con el objetivo de "abrir la puerta, en violación del Derecho Internacional, para el robo de marcas cubanas legítimamente registradas en ese país".

Johana Tablada de la Torre, subdirectora de la Dirección General de Estados Unidos de la cancillería cubana, agregó en el hilo de Rodríguez, que la intención de esta legislación es "impedir la renovación de la marca Havana Club" en el país norteño, prevista para el 2026. 

El viceministro de Exteriores del régimen, Carlos Fernández de Cossío, también lamentó la aprobación de la ley, de la cual dijo que ofrecía una posibilidad para "atacar el sistema internacional de protección de la propiedad industrial".

"La agresión económica llega al terreno de las marcas. Una alianza entre Bacardí, congresistas anticubanos y el régimen de Biden", añadió en X. 

Proyecto de ley se aprobó en 2023

Esta ley, que ya había sido aprobada como proyecto en noviembre de 2023 por la Cámara de Representantes, tiene como objetivo evitar que las marcas comerciales confiscadas por el régimen cubano sean reconocidas en Estados Unidos. 

La ley prohíbe a los tribunales de EE. UU. reconocer, hacer cumplir o validar marcas registradas que fueron confiscadas por el gobierno cubano.

Como único podrían comercializarse sería demostrando de “manera clara” que el propietario original de la marca otorgó su consentimiento para tal uso.

La iniciativa fue originalmente presentada por el legislador republicano Darrell Issa (CA-48), de California, y la demócrata Debbie Wasserman Schultz (FL-23), de Florida, quienes destacaron la importancia de esta legislación para defender los derechos de los empresarios que perdieron sus bienes desde que la familia Castro tomó el poder en 1959.

La ley tiene repercusiones significativas en marcas cubanas como el Ron Havana Club.

Bacardí fue una compañía confiscada en 1960 por el gobierno de Fidel Castro  que mantiene una prolongada batalla legal por la propiedad del mencionado ron Havana Club, que adquirió en los años 90. 

Esta normativa le permite continuar su lucha contra el régimen cubano, que también reclama la titularidad de la marca.

La aprobación de la ley consolida una victoria significativa para los derechos de propiedad y los intereses comerciales de los exiliados cubanos y sus familias.


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