“Asesinato a sangre fría…”: así son los precios en Cuba

Muchos cubanos se sienten desprotegidos ante los altos precios, la baja calidad de los productos y la crisis económica en general. Algunos no duraron en describir la situaciónn como un "asesinato a sangre fría".
La Habana, Cuba.
 

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Un video publicado en Facebook que muestra a una madre cubana quejándose de la compra de un par de zapatos para su hijo, y que al regresar del primer día de clases ya estaban rotos, incita a reflexionar sobre la desprotección de los cubanos ante los altos precios, la baja calidad de los productos y la crisis económica general que atraviesa el país.

Los zapatos costaron a esta pobre mujer 10 CUC, (250 CUP), aproximadamente un cuarto del salario medio mensual de un trabajador del sector presupuestado. Lo peor del caso es que no tiene a quien reclamar para una devolución del dinero, o el remplazo del artículo.

Ahora seguro tiene pagar a un zapatero para remedarlo”— cuenta Nidia Quesada, una madre habanera que vivió una situación igual, hace unos meses, con un par de zapatos que compró para su hija. “En la tienda me dijeron que era mi responsabilidad, por no revisar el artículo. Algo parecido lo pasé con un DVD (Reproductor) que compré y me costó 60 CUC, (1500 CUP). El dependiente lo probó y funcionaba, pero cuando lo instalé en mi casa tenía un desperfecto. Corrí a la tienda para cambiarlo y aunque solo había pasado una hora, tuve que llevarlo al taller de 31 y 56, en Marianao, y espantarme una cola de varias horas, para que un técnico lo revisara y lo dejara ‘ingresado’ para repararlo”.

El desamparo al consumidor es tan grande que los cubanos prefieren comprar los artículos a vendedores privados que viajan de “mulas”, antes que adquirirlos en las red de tiendas estatales.

Aunque los particulares no te dan garantía, no importa— dice Claudio Ortiz, jubilado y vecino de Vía Blanca— porque ¿qué seguridad te da el estado de la calidad de lo que compras? Ninguna”.

Por estos días se vuelven populares en redes sociales fotos y comentarios de internautas, asombrados por los precios de algunos productos que escapan al sentido común. Como los 22,50 CUC, (562 CUP) por un kilogramo de carne de res, o un ventilador de techo en 500 CUC, (12 500 CUP), que dejaron  boquiabiertos a muchos.

12 500 pesos fue lo que me costó mi casa en Marianao, en 1984”— dice Mario Bernal, chofer de un ómnibus urbano en la capital— “ahora resulta que eso es lo que vale un ventilador... Yo realmente no sé a dónde vamos a llegar. No hay respeto por el pueblo, mucho menos por el peso cubano (CUP). Un peso hoy es una burla. ¿Qué vale un peso en Cuba hoy? Nada. Porque hasta un pirulí, que es la cosa más sencilla que hay, cuesta más”.

 

 

A Rodolfo Crispín, un retirado del sector de Comercio, lo llaman el “filósofo popular” de Jaimanitas por emitir “dictámenes” sobre la situación social. Crispín expresa que durante sus muchos años como trabajador del Estado cubano, siempre se preguntó quién se encargaba de ponerle los precios a las cosas.

 

Mi hermano era jefe comercial de un distrito en La Habana y constantemente yo le hacía esa pregunta, ¿quién le pone los precios a los productos? Nunca me supo responder. No sé si es porque era militante del Partido y esquivaba la respuesta, o porque de verdad no lo sabía

“Una vez, en una fiesta de la empresa, me presentó a una especialista de precios y aproveché para preguntarle. La mujer me contó que es el Ministerio de Finanzas y Precios quien los fija, pero no supo especificar si era un equipo de trabajo o una sola persona la encargada de ese trabajo.

Insistí y me dijo que eso dependía de si el producto era importado o de producción nacional, y habló del costo de producción, de las materias primas, los aranceles, el almacenaje y la transportación. Casi me convence… pero al recordarle los salarios bajos que pagaba el Estado, que no alcanza para comprar prácticamente nada de lo que hay en las tiendas, descubrí que quería marearme y defender a su gente, y la dejé con la palabra en la boca”.

Estela Veranes también se ha hecho esta pregunta muchas veces. ¿Quién pone los precios en Cuba?

Porque cuando vas a las tiendas te parece que es un extranjero que vive en otro país el que pone esos precios. O un anormal. O un sádico. No hallo otra categoría para definirlo. Aunque sí, puede ser también un ‘asesino’, porque una libra de carne de res a 500 pesos, y un ventilador de techo a 12 500, o un par de zapatos para que un niño vaya a la escuela y que solo le dure un día, no tiene otro nombre que asesinato. Y a sangre fría”— consideró.

 

 

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