Camila, una niña de tres años, era velada en el municipio de Salinas, San Luis Potosí (México), cuando sus familiares se percataron de que aún estaba viva. De inmediato, fue trasladada al hospital, aunque finalmente murió en el trayecto.
Días antes, Camila tenía vómitos, fiebre y diarrea, por lo que su madre, Mary Jane Mendoza, la llevó al Hospital Comunitario, ubicado a 40 kilómetros del pueblo en el que ambas vivían.
"Le dieron 30 gotitas de paracetamol y me dijeron que mi hija estaba bien, que me la podía llevar a mi casa", contó la madre a Milenio.
Camila no mejoró, por lo que Mary Jane regresó con ella a urgencias. La noche del 18 de agosto, la mujer fue informada de que su hija...