La joven Cinthia Matos Benítez, operada recientemente del corazón, denunció este domingo la falta de medicamentos en Cuba, en particular del fármaco Clopidogrel, que debe tomar diariamente para atender su enfermedad.
“Todos los que me conocen o han conocido durante este tiempo de enfermedad saben que mi condición de salud es bastante delicada aún. El Clopidogrel (75mg) (antiagregante plaquetario) es uno de los medicamentos para mejorar mi calidad de vida, debo tomarlo a diario, medicamento que supuestamente es controlado por tarjetón”, explicó la estudiante universitaria desde su cuenta en la red social Facebook.
“¿Cómo es posible, presidente de mi país, que yo no tenga ahora medicamento para tomar si somos una potencia médica?”, se cuestionó la joven en redes, dirigiéndose retóricamente al presidente Miguel Díaz-Canel.
Matos Benítez, de 25 años, compartió además una foto del "tarjetón" a través del que supuestamente le deben garantizar el acceso al Clopidogrel, un medicamento controlado y fundamental para tratar su enfermedad.
Toda su vida la joven cubana ha sufrido patologías cardiovasculares que la han obligado a mantener un estilo de vida “diferente”. Pero el 11 de diciembre de 2021 un fuerte dolor en el pecho la condujo a ser internada de emergencia.
En el hospital le diagnosticaron insuficiencia mitral leve por mecanismo de prolapso mitral, insuficiencia aórtica severa por aorta bivalva, disección aórtica tipo B, aneurisma sacular de raíz aórtica y síndrome de Ehlers-Danlos.
Escasez generalizada
Más de 140 medicamentos escasearon durante los últimos seis meses en Cuba debido a la falta de materia prima para producirlos, informaron este 20 de julio directivos de BioCubaFarma a la agencia estatal Prensa Latina.
El medio de prensa menciona toda una variedad de productos, como aerosoles, citostáticos, antihipertensivos, diuréticos, anticoagulantes y sueros de clorosodio.
A inicios del 2022, Eduardo Martínez Díaz, presidente BioCubaFarma, indicó que la escasez de medicamentos se mantendría en los primeros meses del año, por lo cual no se debían “crear falsas expectativas”.
Como paliativo ante la escasez de medicamentos y la crisis alimentaria que padece la isla, y a causa de la ola de protestas que sacudió al país entre el 11 y el 13 de julio, el régimen permitió hasta el 31 de diciembre la importación libre de aranceles de alimentos, medicamentos y artículos de aseo.
