Este sábado llegaron a México los primeros médicos cubanos de un grupo inicial de 500, y el presidente del país azteca, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), defendió su contratación, aunque no le guste a sus opositores y a los “conservadores”.
En un acto que tuvo lugar en el Hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en el municipio de Rosamorada, estado de Nayarit (noroeste), el mandatario dijo a los asistentes que su Gobierno contratará a galenos cubanos y de cualquier nacionalidad para contar con los especialistas médicos que necesita el país.
“Es una instrucción que yo di, sabiendo cómo iban a responder nuestros adversarios, los conservadores. Yo tomé la decisión de que contrataran médicos especialistas del extranjero, y van a venir médicos de Cuba”, afirmó previamente López Obrador.
Según explicó, pese a la oposición que genera la contratación de médicos como parte de un acuerdo con el régimen cubano, seguirá adelante con la medida porque “la salud no tiene que ver con ideologías, la salud tiene que ver con los derechos humanos”.
“Y si hay que traerlos de Estados Unidos y de Rusia, o de Cuba, o de Japón, o de Francia, los vamos a tener aquí”, subrayó.
Entre los escuchas de López Obrador en el acto en Nayarit había ocho especialistas cubanos, los primeros en llegar al país del grupo inicial acordado por los gobiernos de México y Cuba tras la firma de un convenio de salud el 8 de mayo, en el marco de la visita del mandatario mexicano a La Habana.
AMLO anunció el 29 de junio que buscaba contratar a médicos de Europa y Cuba para resolver el déficit de personal sanitario en los hospitales públicos.
Ello, luego de que su Gobierno no pudiese cubrir con personal nacional cerca de 14.000 vacantes para médicos especialistas en áreas rurales y apartadas, en una campaña de reclutamiento lanzada a finales de mayo.
La iniciativa presidencial de contratar médicos cubanos generó numerosas críticas, que aludían fundamentalmente al número de médicos mexicanos que no tienen una plaza laboral formal, y a las labores políticas de adoctrinamiento en las que podrían incurrir los galenos del régimen de la isla caribeña, como sucedió en Venezuela y otros países sudamericanos.
Diputados, senadores y activistas de la oposición al Gobierno de la autodenominada “cuarta transformación de México” (4T) han señalado también las condiciones onerosas a las que La Habana somete a sus médicos que cumplen misión en el exterior del país, calificadas por organizaciones internacionales como configuradoras de un escenario de explotación laboral y trata de personas.
El régimen cubano priva a sus médicos de la mayor parte de los salarios que los gobiernos extranjeros les pagan por su trabajo y retiene sus pasaportes y otros documentos para limitar las posibilidades de que deserten de la misión hacia otro país.