Ana Mary García, madre de Brenda Díaz García, presa política, denunció en Facebook este viernes 22 de julio que su hija presenta un delicado estado de salud.
“En estos momentos me acaba de llamar mi hija desde la prisión diciéndome que desde ayer a las tres de la tarde estaba con fiebre” comienza García su post, en el que señala que Brenda llamó al guardia para que “la llevaran al puesto médico y la vinieron a llevar a las 11 y pico de la noche”.
“Le reclama al guardia y este le contestó que él la llevaba a la hora que le daba la gana y tuvo que aguantar la fiebre hasta las 11 de la noche porque ya los medicamentos que le llevé se le terminaron. Por dios ¿hasta cuándo? Se están muriendo dentro de ese infierno. Libertad para mi hija ¡ya!”, exigió la madre cubana.
El pasado 18 de julio, Ana Mary García compartió en su perfil un emotivo mensaje dedicado a su hija:
“Cuanta tristeza invade mi corazón. Cuanto extraño cuando te vestías así de linda para ir a las fiestas con todo ese maquillaje tan hermoso. Cuando gritabas y corrías por la casa y me mortificabas para verme molesta. Esas cosas me vienen a la mente y extraño todo eso, mi niña. Cuando llegabas de madrugada buscando qué comer y yo peleaba porque me despertabas. Ahora no duermo por esas cosas que extraño y sufro cada minuto, cada instante que estas lejos de mí. Doy mi libertad y mi vida a cambio de la tuya, eso no lo dudes nunca mi amor. Te amo con todas las fuerzas de mi corazón”, declaró la madre.
Brenda es una chica trans cubana residente en el municipio de Güira de Melena de Artemisa, que permanece presa luego de las protestas del 11 de julio en Cuba.
La activista trans Mel Herrera mencionó en Twitter a Brenda, actualmente retenida en la cárcel Panamá, ubicada en la provincia Mayabeque, expuesta a mayores riesgos por su identidad de género.
En conversación con ADN Cuba, Herrera comentó los peligros a los que se enfrentan las personas trans y los miembros de la Comunidad LGBTIQ+ en prisión:
“Estas personas sufren más tipos de violencia, como la violencia de género; también se les violenta por no cumplir con los patrones del género que se les asignó al nacer. Básicamente, las mujeres trans somos más propensas a sufrir agresiones sexuales, físicas, y por supuesto discriminación por parte del sistema carcelario y las instituciones ligadas a él”.