La reconocida escritora cubana Fina García Marruz murió en La Habana este lunes 27 de junio a los 99 años, confirmó el Ministerio de Cultura de Cuba.
Josefina García-Marruz Badia (La Habana, 28 de abril de 1923) era la última sobreviviente del grupo poético “Orígenes”, que fundó una importante revista homónima y reunió en los años 40 y 50 del siglo XX a José Lezama Lima, Cintio Vitier –esposo de Fina durante 60 años–, el sacerdote católico Ángel Gaztelu, Gastón Baquero, Julián Orbón y Eliseo Diego.
El Ministerio de Cultura confirmó el fallecimiento de García Marruz, a quien catalogó como “una de las voces más sobresalientes de la poesía hispanoamericana”. La institución agregó en sus redes sociales que “en las próximas horas se ofrecerán detalles del homenaje que le tributará la Cultura y el pueblo de Cuba”.
La oficialista Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), lamentó que la “poetisa, ensayista, investigadora y crítica literaria falleció este lunes. (…) es una pérdida irreparable para la cultura cubana”.
García Marruz, de profunda religiosidad católica, fue una reconocida investigadora de la obra de José Martí y la literatura cubana del siglo XIX. Trabajó como investigadora literaria en la Biblioteca Nacional José Martí y perteneció al Centro de Estudios Martianos, como parte del equipo que preparó la edición crítica de las Obras Completas del Héroe Nacional cubano.
Escribió, entre otros libros, los poemarios Las miradas perdidas (1951), Visitaciones (1970), Viaje a Nicaragua (1987), Créditos de Charlot (1990), Habana del centro (1997), así como el ensayo La familia de Orígenes (1997).
“La realidad, a través de su mirada, cobra un significado misterioso: la realidad es ella y a la vez otra cosa que desconocemos: la intimidad y la lejanía, la inmanencia y la trascendencia, convirtiéndose en una misteriosa encarnación”, ha dicho sobre la poesía de García Marruz el crítico Jorge Luis Arcos.
En Cuba fue reconocida con el Premio Nacional de Literatura (1990), así como con las distinciones gubernamentales Orden José Martí, la medalla Alejo Carpentier y la orden Félix Varela.
Su obra fue aplaudida en el mundo con el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda (2007), el Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca (2011) y ese mismo año, el premio Reina Sofía de Poesía, uno de los reconocimientos más prestigiosos de las letras iberoamericanas.
También se le recordará como una de los intelectuales firmantes, junto con su esposo Vitier, de una carta en apoyo al régimen comunista de Cuba, tras las críticas de la comunidad internacional por las ejecuciones de tres jóvenes que pretendieron refugiarse en Estados Unidos.
En el “Mensaje desde La Habana para amigos que están lejos”, varios artistas y funcionarios culturales cubanos justificaron los fusilamientos sumarios en 2003 de tres de las personas que intentaron desviar hacia Miami una embarcación de pasajeros en La Habana.