Los Alazanes de Granma, actuales campeones nacionales, tomaron ventaja frente a los Cocodrilos en la gran final de la 61 Serie Nacional de Béisbol. Los orientales dispusieron de los locales 10 carreras a tres.
En el estadio Victoria de Girón, los de Granma vapulearon el pitcheo del abridor matancero, el zurdo Dariel Góngora. No hubo respiro para él desde el mismo primer inning. El noveno bate granmense Darién Palma tuvo un día de ensueño, tanto a la ofensiva con cuadrangular, como a la defensa en los jardines.
Con el score 4 a 0, el mentor matancero Armando Ferrer sacó de la lomita a Góngora y trajo a relevar al joven Andy Quesada. Matanzas trató de equiparar el duelo y marcó sus primeras carreras. Pero el bullpén matancero no aguantó la ofensiva de los “caballos”. Ni Quesada, ni Naykel Cruz, ni Alaín López pudieron dominar a sus rivales.
A la ofensiva destacaron madero en mano Millán (5-2, 2CA), Alexquemer Sánchez (4-1, 2CI) y Palma (4-1, 2CI, 1HR), mientras Jefferson Delgado (4-2, 1CI, 1-2B, 1-3B) y Yadil Mujica (4-2, 1CA) fueron los mejores por los Cocodrilos de Matanzas.
“Ha sido fruto del trabajo y la preparación de varios meses”, dijo el joven patrullero Palma en la conferencia de prensa, al término del desafío.
Cómo saben, este miércoles no habrá choque de pelota porque los Alazanes de Granma deberán acceder a la Embajada de Países Bajos en La Habana para solicitar visados con vistas a la Semana Beisbolera de Haarlem 2022. Cosas que solo suceden en Cuba: paralizar su principal evento deportivo por un tema de visados.
Con esta victoria, Granma no solamente consigue poner el balance de la final a su favor, sino que garantiza regresar a casa de ser necesario para liquidar la situación. Para el cuarto choque, este jueves 23 de junio, el manager granmense, Carlos Martí, ratificó a su principal as, César García. También explicó que, si llega el caso, relevaría con su mejor zurdo, Yunier Castillo.