Los estadounidenses ya están luchando bajo el peso de una inflación paralizante, desde el aumento vertiginoso de los precios de la gasolina hasta las exorbitantes facturas de los comestibles. E incluso si pocos estadounidenses pensaron que la Administración Biden tenía un plan para combatir esos problemas, teniendo en cuenta que sus gastos y sus problemas regulatorios son los responsables directos, apuesto a que, en cambio, la mayoría de los estadounidenses nunca imaginaron que el presidente tomaría las medidas más obvias para hacer cosas peores inmediatamente.
Sin embargo, eso es lo que hizo esta semana, cuando canceló, en medio de la madrugada, uno de los contratos de arrendamiento de petróleo y gas más importantes disponibles del país. Lo cual impedirá la posibilidad de perforar en busca de petróleo en más de 1 millón de acres en Cook Inlet en Alaska, lo...