El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador dijo este 9 de mayo que su gobierno contratará a 500 médicos cubanos para reforzar el sistema de salud nacional, tras regresar de una gira regional que finalizó en la isla caribeña, informó Reuters.
“Vamos a contratar médicos de Cuba que van a venir a trabajar a nuestro país; esta decisión la tomamos porque no tenemos los médicos que necesitamos en el país”, dijo AMLO en su habitual conferencia mañanera.
Al respecto, declaró que los médicos mexicanos se niegan a trabajar en zonas rurales y de difícil acceso y puso de ejemplo la falta de personal para atender un centro de aplicación de terapias para niños con discapacidad en Guerrero, que por la insuficiencia de especialistas dispuestos a mudarse a esa zona, terminó construyéndose en Sinaloa.
Durante la pandemia de Covid-19, la administración de López Obrador, en el poder desde 2018, contrató a un contingente de profesionales de la salud de Cuba para atender a enfermos en la capital mexicana por meses, lo que despertó críticas de la oposición.
Durante la conferencia de prensa matutina de este lunes, el mandatario también dio a conocer que este fin de semana firmó un convenio en materia de salud con su homólogo Miguel Díaz-Canel, en el que destaca la adquisición de vacunas contra el COVID-19 para niñas y niños mayores de dos años.
Además, más estudiantes mexicanos irán a estudiar medicina en la isla, precisó el líder del gobernante Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA).
“Quiero también expresar abiertamente mi gran satisfacción por constatar que Cuba tiene un extraordinario presidente, Miguel Díaz-Canel, un hombre honesto, trabajador, humano, una muy buena persona, un buen servidor público y un buen ser humano y eso me dio mucho gusto”, afirmó.
Y sobre su encuentro con Raúl Castro, dijo que estuvieron hablando. “Él ya está retirado, tiene 91 años, pero es parte de la historia de Cuba”.
López Obrador reiteró su postura de que ningún país del continente puede quedar fuera de la Cumbre de las Américas que se celebrará en junio en Los Ángeles, en respuesta al anuncio de Washington de que seguramente Cuba, Nicaragua y el gobierno del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, no participarán en la cita.