La organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) se pronunció por los colaboradores de ADN Cuba, Héctor Valdés Cocho y Esteban Rodríguez, quienes tras un exilio forzoso de la Isla, ahora se encuentran varados en el aeropuerto internacional de San Salvador.
"Cuba deporta a dos periodistas, uno directamente desde prisión. Se encuentran varados en El Salvador. Nicaragua rechaza su entrada", explicaron en Twitter.
Por último RSF urge que países democráticos otorguen asilo político a los reporteros cubanos y condena el exilio forzado que aplica el régimen de La Habana.
Otras organizaciones que se han pronunciado son Human Rights Watch (HRW) y el Relator Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Pedro Vaca.
En declaraciones a ADN Cuba, Juan Pappier, investigador sénior de HRW señaló que "el gobierno de Díaz-Canel parece decidido a expulsar o encarcelar a cualquiera que se atreva a criticar al régimen. En las últimas semanas hemos recibido reportes constantes de activistas y periodistas que han sido obligados a salir del país debido a las amenazas y chantajes constantes de la Seguridad del Estado. Muchos salen en el primero vuelo que consiguen sin saber qué les espera o cómo llegar a su país de destino. Díaz-Canel va camino a construir un país con cero disenso".
Por su parte Vaca hizo un llamado a países que integran el Media Freedom Coaliton para que den asilo a los reporteros cubanos.
Héctor Valdés y Esteban Rodríguez denunciaron este 5 de enero su exilio forzoso de la Isla por parte del régimen cubano. Ambos se encuentran varados en el aeropuerto de San Salvador, pues el régimen de Daniel Ortega les niega la entrada a Nicaragua, a donde se dirigía su vuelo.
Según publicó Valdés Cocho en su perfil de Facebook, su colega Rodríguez fue liberado el 4 de enero, tras ocho meses de prisión por manifestarse pacíficamente en la calle Obispo, La Habana. La liberación se realizó con el objetivo de que el reportero abandonara el país.
El periodista Valdés Cocho añadió que hicieron una primera escala en el Aeropuerto de Tocumen en Panamá sin contratiempos rumbo a El Salvador; de allí debían tomar otra vuelo hacia Nicaragua. Fueron llamados por el altavoz para comunicarles que el régimen de Daniel Ortega se negaba a darles entrada a su territorio.