Julio César Capote, un balsero cubano de 20 años, tuvo la suerte de ser rescatado por la Guardia Costera de EE. UU. tras 10 días de sobrevivir al pairo en el Estrecho de la Florida, pero los hermanos Betsabé y Josué Gabriel Rojas no fueron tan afortunados.
Los jóvenes de 24 y 22 años, respectivamente, aún se reportan como desaparecidos mientras su familia lamenta su suerte y ya los da por muertos, luego de que Julio César declarara al ser rescatado que todos los acompañantes murieron en la travesía.
Claudia Rojas, su hermana, envió este 1 de septiembre un mensaje a Betsabé y Josué publicó un mensaje en redes sociales donde dice tener esperanza de que la noticia de su desaparición “sea una broma de mal gusto y que estén vivos”.
Junto a Josué, Betsabé y Julio César viajaba Chenly Yoan Capote, de 21 años. Todos partieron desde Playa Herradura, en la provincia occidental de Artemisa, rumbo a Florida en una balsa rústica.
Julio César fue encontrado por un yate privado el 25 de agosto en las cercanías de Fowey Rocks, Key Biscayne, en Florida, tras permanecer 10 días a la deriva en una balsa improvisada.
Dijo a la Guardia Costera que salió de Cuba y estuvo a la deriva durante 10 días, y que las otras tres personas que iban con él en la embarcación rústica habían muerto.
“No podemos enfatizar lo suficiente cuán peligroso es hacerse a la mar y navegar por el Estrecho de Florida en embarcaciones inseguras”, dijo el teniente comandante Ben Tuxhorn, jefe del centro de mando de la Guardia Costera en el Sector Miami.
Desde Cuba, la madre del sobreviviente, Yudeisy Capote, calificó el hecho como una "pesadilla", aunque reconoció que estaba aliviada tras encontrar con vida a su hijo.
“Ahora que encontraron a mi hijo, estoy un poco más aliviada, pero no estoy feliz, porque otro de los que estaban desaparecidos era mi hermano”, explicó.
Adrián Delgado, primo de Capote, dijo que logró reconocerlo en un video publicado en las redes sociales, donde un hombre se acerca a su embarcación y le ofrece una botella de agua.
“Estuvo diez días en el mar... solo, sin tomar agua y sin comida. Gracias a Dios lo encontraron a tiempo”, agregó Delgado. “Esa dictadura está acabando con todo el mundo”.
La familia espera que un abogado de inmigración se interese por el caso de Capote mientras se encuentra recibiendo atención médica en Estados Unidos.