Cuando el pugilista cubano Roniel Iglesias subió a disputar la final en los Juegos Olímpicos de Tokio, este 3 de agosto, además de su maestría llevaba la buena energía del campeón profesional Yordenis Ugás, que le había enviado un poderoso mensaje.
Luego de que Iglesias asegurara una presea para la delegación de la isla, este fin de semana su ex compañero, que triunfó en el exilio, lo reconoció como “el único peleador amateur que ha llamado mi atención en los últimos diez años”.
Ugás recordó que “la pelea más brillante que tuve en los aficionados fue contra ti en 2009, cuando subí a 64 kg y peleamos esa final en Guantánamo y las 4 peleas que tuvimos siempre las recuerdo con emoción”.
El pugilista confesó a Iglesias, en una publicación de redes sociales: “Me duele que nunca diste el paso [al profesionalismo] porque estoy seguro que te hubiera sobrado dinero y los cinturones, [Errol] Spence me recuerda siempre a ti, pero no importa, cada hombre elige su destino y se respeta”.
Ugás agradeció a Iglesias porque, cuando aseguró un metal en Tokio, dedicó “esa medalla y esa actuación al pueblo cubano, solo a ese pueblo y no ser como otros arrastrados, sumisos y miserables que son una vergüenza para su familia, para su pueblo y sobre todo para esa juventud cubana con deseos de un cambio”.
Se refería, sin dudas, a Julio César la Cruz, quien en el combate contra el cubano Emmanuel Reyes (peleador por España) celebró su reñida victoria gritando las típicas arengas del dictador Fidel Castro.
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“Ve y gana esa final y dedícale esa medalla de oro al pueblo nuevamente, a gente como mi mamá que está en su casa apoyándolos, sufriendo y festejando con ustedes su triunfo”, deseó Ugás a su admirado Rosniel Iglesias.
“Algún día nos veremos, nos abrazaremos y conversaremos sobre nuestras peleas y nuestras carreras. Bendición y que Oludomare te bendiga”, terminó su post el temido peleador wélter cubano.
Los parabienes de Ugás para el pinareño Roniel Iglesias se cumplieron cuando el representante de la delegación cubana dominó totalmente la pelea por la medalla de oro del peso wélter, contra el británico Pat McCormack y consiguió así la cuarta presea dorada para la delegación cubana.
El cubano ganó 5-0 en tres asaltos, con decisión unánime de los jueces contra el europeo y sumó así su segundo campeonato olímpico, pues ya se había impuesto también en la lid olímpica celebrada en Londres, en el año 2012.
Fue una jornada igualmente de oro para la isla. Mientras la delegación de Cuba continúa su ascenso en el medallero, en un día en que también consiguió otra medalla de oro, gracias a los canoístas Serguey Torres y Fernando Dayán Jorge, que conquistaron el título en la canoa biplaza a mil metros.
Cuba marcha en el puesto 14 de la tabla de posiciones, con cuatro medallas de oro, tres de plata y cuatro de bronce.