La langosta es uno de esos alimentos a los que el pueblo de Cuba no tiene acceso solo porque el régimen así lo prohíbe, regulación que incluye también a los pescadores que laboran para las entidades estatales. Los que pertenecen a la Empresa Pesquera Industrial de Batabanó, incluso pueden llegar a sobrecumplir el plan de capturas, y sin embargo, no tienen derecho a degustar ni una sopa de cáscara del mencionado marisco.
Actualmente, en la Empresa Pesquera Industrial de Batabanó se alistan pescadores y trabajadores para levantar la veda de la langosta, como se refiere en un artículo publicado este 18 de mayo por la emisora Radio Mayabeque.
"Los trabajadores intensifican los preparativos para levantar la veda de la langosta, principal renglón económico de la entidad", situación que los obliga a trabajar más de lo habitual.
Recordemos que langosta cubana está reservada a los principales mercados internacionales, razón por la cual se puede encontrar en mercados de Europa (territorio que según cifras oficiales absorbe casi el 65 por ciento de las exportaciones de este producto) y Canadá, entro otros países, pero no en las mesas de Cuba.
Esta especie de crustáceo capturado en el Caribe resulta ser una atracción en ferias de alimentos como la moscovita World Food, y ahora que el régimen atraviesa por una terrible crisis económica, sus medios de comunicación y propaganda resaltan que esto se debe a que el marisco es fundamental para la obtención de divisas con las cuales hacer frente al declive financiero. No obstante, en mejores momentos económicos la langosta también se ha mantenido inasequible para los cubanos.
El otro punto que nunca hay que olvidar, es que por más que produzcan los langosteros cubanos, su salario nunca está acorde con su esfuerzo, siempre muy por debajo, aunque estén vinculados a la producción o reciban algún tipo de estímulo, algo que siempre ha sido lamentable, pero que lo es más ahora que el país está sumido en una profunda inflación producida por la llamada Tarea Ordenamiento, o que muchos de los productos de primera necesidad solo aparecen en las tiendas en dólares.
Por último hay que añadir que el régimen en su afán de obtener divisas, siempre está a la caza de nuevos socios comerciales a quienes venderles la langosta cubana, por lo cual la población ni remotamente puede hacerse la idea de que algún día va a poder disfrutar de este producto libremente mientras impere la dictadura castrista.