El canciller del castrismo, Bruno Rodríguez Parrilla culpó al embargo estadounidense de la crisis alimentaria en Cuba; sin embargo obvió que las cosechas se pudren por la mala gestión del régimen.
“Debe cesar esta política genocida que pretende doblegar nuestra voluntad soberana por hambre y necesidad” dijo el funcionario comunista a decir del medio estatal CubaSí.
Según el medio citado Rodríguez Parrilla apuntó en Twitter que el informe 'WFP Global Update on COVID-19' del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas condenó al llamado bloqueo por la seguridad alimentaria en la isla caribeña.
Autoridades de la dictadura señalan, todo el tiempo, que el embargo es la causa principal de las calamidades de los cubanos. Detrás del bloqueo se escuda toda la ineficacia gubernamental en Cuba.
Un reporte de la cancillería cubana dijo que entre abril de 2019 y marzo de 2020 el sector de la agricultura en el país se afectó por más de 428 millones de dólares por la “guerra económica” y que las pérdidas “superaron por primera vez los cinco mil millones de dólares”, afirmó CubaSí.
Crisis alimentaria y productos podridos en Cuba
ADN Cuba ha reportado, en medio del contexto de la pandemia por el coronavirus y la escasez, que varias cosechas y alimentos se han podrido por la indolencia del régimen; mientras los cubanos no tienen que comer.
En junio de 2020 unas 26 mil 455.5 libras de carne se echaron a perder en un frigorífico de Ciego de Ávila sin que la vendieran al pueblo.
Ya en ese entonces el precio de la carne de cerdo estaba escalando; hoy se puede encontrar la libra en más de 100 pesos cubanos.
Atravesando la carestía se pudrieron 12 toneladas de carne deshuesada que estuvieron guardadas “casi dos años”, según fuentes oficiales. Todavía hay ausencia de ese producto tanto en los mercados legales como en los informales.
Una investigación policial y judicial a la que tuvo acceso el periódico estatal Invasor, encontró en unas cámaras frías el alimento malogrado, “como corolario de una cadena de negligencias, insensatez, falta de sentido común y desorden”.
También en 2020 trascendió que unos 150 quintales de piña se echaron a perder por culpa del mal trabajo y la corrupción de muchos dirigentes de una fábrica en Jagüey Grande, provincia de Matanzas.
Otro suceso lamentable de este corte sucedió en Pinar del Río en abril último.
Unos 1300 repollos de col se perdieron porque la empresa estatal de Acopio no quiso recoger la mercancía, según denunció el campesino Héctor González, de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) “Pedro y Bienvenido”.
El testimonio del agricultor del municipio Minas de Matahambre, difundido en redes sociales por Anadeilys González, señala a la empresa de Acopio ubicada en el Consejo Popular de Sumidero, que el 26 de marzo último “no aceptó el producto que le habían mandado a recoger” al labriego.
En las fotografías publicadas por González, se ve al campesino señalando una montaña de coles pudriéndose, sin que él pueda hacer nada.
Refiere Anadeilys González que el municipio tiene dos mini industrias que podrían procesar la cosecha. “Las respuestas que le dieron fue que no había fuerza de trabajo y que ya la empresa había cumplido su plan”, aseguró.