Los activistas cubanos Yoel Acosta Gámez y su esposa Alisanna Lores Furones denunciaron que no reciben ayuda como personas seropositivas, en Baracoa, Guantánamo.
Acosta Gámez, quien protagonizara junto a su pareja una huelga de hambre desde el pasado 24 de marzo a favor de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu), ha sido discriminado por su padecimiento y también por su afiliación política.
“Las condiciones son infrahumanas, los medicamentos de nosotros no aparecen con mucha facilidad. No tenemos mucha atención medica, en ocasiones nos faltan clínicos. Hemos pasado por estados donde tenemos las defensas bajas y en el hospital no ha habido clínico para atendernos”.
También contó en un vídeo que los antirretrovirales que precisan escasean y deben dejar de tomarlos hasta por un mes.
Mencionó que en el oriente del país las personas seropositivas se atienden en hospitales carentes de las condiciones para estos pacientes.
“La salud de nosotros se deteriora y somos discriminados. Cuando buscamos trabajo o pedimos ayuda vemos la diferencia y te aíslan para no atenderte con la misma calidad”, dijo.
Luego de la huelga, la salud de ambos activistas se afectó gravemente. Se perciben en las imágenes ronchas en diferentes partes del cuerpo, la presencia de herpes en las manos y otras lesiones.
Por su parte, Lores Furones dijo que por su condición deberían tener una atención diferenciada pues durante la pandemia ni siquiera son asistidos por un trabajador social y deben ir a las colas y exponerse al coronavirus.
Asimismo, denunciaron que su hijo de solo seis años necesita una operación y por la postura política de sus padres no le practican la cirugía.
El pasado 5 de abril, luego de 13 días en ayuno, Lores tuvo que ser trasladada a un hospital de urgencia y sufrió dos desmayos.
Vivir con VIH en Cuba
La falta de medicamentos en las farmacias de la isla impacta dramáticamente a personas enfermas con VIH que no pueden tener acceso a los antirretrovirales y otros suplementos necesarios.
Unas 25 494 personas vivían con el virus del VIH en Cuba al cierre del 2018, cuando se detectaron en la isla más de 2 200 nuevos casos de la enfermedad, según los datos más recientes del Ministerio de Salud Pública (Minsap) del país caribeño.
El 80 % de los diagnosticados (20 446) son hombres y el resto (5 048) mujeres, en su gran mayoría (74 %) entre los 15 y los 49 años.
Hoy Cuba trata a los enfermos combinando cinco antirretrovirales fabricados en el país con otros importados y certificados por la OMS.
Cuba enfrenta una tensa situación por el desabastecimiento de medicamentos, problema que se ha visto agudizado en el mundo por la crisis provocada por la COVID-19.