El cantautor cubano Boris Larramendi, exintegrante de la agrupación Habana Abierta, compartió con sus seguidores de Facebook un post en el que critica a los que comparan a Trump con Fidel Castro.
“No sé de dónde saca la izquierda esa manía de estar proyectando superioridad moral. Demasiado genocidio ha perpetrado, amparado o ignorado en el nombre del ‘mejoramiento humano’, ese del que hablaba ese asesino tan fotogénico que llamaban Che”, escribió Larramendi en su muro de Facebook.
En alusión a la virtual victoria del candidato demócrata, Joe Biden, a las elecciones en Estados Unidos señaló: “Esto que viene aquí ahora no será socialismo, pero por lo pronto ya estamos teniendo elecciones a la venezolana”.
Tras reconocer su aversión por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, Larramendi reconoció que muchas de las políticas de la actual administración le parecían “acertadas”.
Asimismo, ironizó sobre las críticas que son lanzadas al mandatario estadounidense: “aparte de ser el primer presidente de este país desde Eisenhower en no iniciar una guerra y en retirar tropas de todos los conflictos que le dejaron abiertos, se deja meter el pie en las redes sociales, es insultado a diario hace cuatro años (…) y no es el que hace aparecer mágicamente cientos de miles de votos a su favor, sino que se los sacan en contra. Lo dicho: ¡qué clase de dictador más comemierda!”.
Al iniciar su publicación, Larramendi apuntó que se había graduado de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana, en 1992, y reconoció que tuvo que estudiarse y “aprobar todas las asignaturas de marxismo y comunismo científico que constituían la mitad del currículum”.
Además, confesó que fue “comunista creyente hasta que empezó el Período Especial en Cuba” aunque nunca militó en las filas de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) “porque ellos mismos me mandaron a decir que ni me presentara porque no me iban a aprobar”.
El cantautor radicado en Miami también indicó que ha rechazado presentarse lo mismo en conciertos bien pagados dedicados a los cinco espías cubanos condenados en Estados Unidos que en actividades relacionadas con la campaña de Donald Trump.
“Adonde si acepté ir a tocar, gratis, viviendo ya en España, fue a Cuba, una vez invitado por el Ministerio de Cultura con Habana Abierta en el año 2003 y otra vez invitado por Estado de Sats en su primera jornada por los Derechos Humanos y Pactos de la ONU, que terminó en mitin de repudio y golpiza a muchos de sus participantes”, escribió.
Además, recordó que ha firmado y participado en “cuanta campaña en redes sociales ha habido a favor de los presos políticos cubanos”.
Tras enumerar sus avatares en Miami, Larramendi reconoció que nunca comenta en posts de Facebook con los cuales no está de acuerdo, “porque como decía Borges, el tiempo que nos es concedido a los mortales es finito”.