Rusia y Cuba desarrollarán un plan de acción en el 2021 para “restaurar y modernizar” la infraestructura ferroviaria en la Isla, informaron este jueves en un comunicado el Ministerio ruso de Transporte.
En una reunión entre Ricardo Cabrisas, viceprimer ministro de la dictadura cubana, y el viceministro de Transporte de Rusia, Dmitri Zvérev, se “enfatizó el progreso entre Ferrocarriles de Rusia y la Unión de Ferrocarriles de Cuba a la hora de trabajar en un proyecto para restaurar y modernizar la infraestructura ferroviaria de la Isla”.
Asimismo, las dos partes subrayaron la “importancia de un pronto comienzo del trabajo relevante” en este ámbito.
“Para este fin, Ferrocarriles de Rusia y la Unión de Ferrocarriles de Cuba desarrollarán un plan de acción para 2021 dirigido a iniciar el proyecto”, sostuvo el Ministerio de Transporte de Rusia.
El representante de la empresa rusa Sinara-Transport Machines, también presente en el encuentro, abordó la renovación de la flota de locomotoras, de la modernización del depósito y de la capacitación de especialistas de Ferrocarriles de Cuba. En particular informó sobre la entrega de siete locomotoras a Cuba a finales de año.
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También se habló de planes para implementar más proyectos en el campo del transporte marítimo, de acuerdo con el Gobierno ruso, y se abordó la elaboración en un futuro próximo de una hoja de ruta para la cooperación ruso-cubana en el ámbito del transporte.
Cabrisas concluyó este jueves su visita oficial a Rusia, que inició el pasado 21 de septiembre y durante la cual mantuvo más de una treintena de reuniones con representantes del Gobierno, del Parlamento y de la comunidad empresarial rusa.
En sus reuniones Cuba y Rusia analizaron las relaciones económicas, comerciales, financieras y de cooperación, así como la marcha de los proyectos prioritarios en las esferas de la energía, el transporte, el comercio exterior, la salud y la industria.
Durante su viaje, el viceprimer ministro cubano participó en la reunión de la Comisión Intergubernamental Cuba-Rusia y en las consultas con los Estados miembros de la Unión Económica Euroasiática (UEE).
Fiel a su política de arrimarse a cualquier árbol que le permita coger “mangos bajitos”, en vez de fomentar la inversión de los cubanos, el régimen castrista espera que el estatus de “país observador” de la UEE le permita ampliar la cooperación con las naciones que integran esta asociación.
Cuba ha estado interesada en establecer vínculos con la UEE prácticamente desde su creación en 2015 y firmó un memorando de entendimiento con la Unión en 2018. Se trata de la tercera ocasión en la que se debate el otorgamiento del estatus de país observador de la UEE a Cuba.
(Con información de EFE)