Arrestado un residente de West Palm Beach que “amenazó con asesinar” a Trump

Un hombre de 46 años, identificado como Shannon Depararro Atkins, fue arrestado el pasado viernes bajo la acusación de realizar amenazas de asesinato contra el presidente Donald Trump a través de publicaciones en redes sociales. Según las autoridades, estas amenazas llevaron a una rápida respuesta de las fuerzas de seguridad, que culminó con su detención.

El caso se inició el 20 de enero de 2025, cuando el FBI recibió una alerta proveniente de un residente de Okeechobee, Florida, quien reportó las publicaciones violentas de Atkins. La pista permitió a los detectives de la Policía de West Palm Beach rastrear las amenazas hasta el sospechoso, cuyas actividades en línea generaron preocupación por la posible concreción de un acto violento.

Atkins fue objeto de un operativo de vigilancia que culminó el viernes 24 de enero, cuando fue detenido durante una parada de tráfico a las 7:30 p.m., cerca de su domicilio en West Palm Beach. En el momento de la detención, conducía un BMW y estaba en posesión de cocaína, lo que añadió una dimensión adicional al caso.

Durante su interrogatorio, Atkins admitió haber sido el autor de las publicaciones en redes sociales, aunque los detalles específicos de las amenazas no han sido revelados por las autoridades. Según el informe policial, el contenido de las publicaciones era lo suficientemente alarmante como para activar los protocolos de seguridad nacional y notificar al Servicio Secreto de los Estados Unidos.

Actualmente, el sospechoso se encuentra detenido en el Centro de Detención Principal de la Oficina del Sheriff del Condado de Palm Beach. Enfrenta cargos por amenazas escritas o electrónicas de asesinato, lesiones corporales, o la intención de cometer un tiroteo masivo o acto terrorista, un delito grave de segundo grado según las leyes de Florida.

El Servicio Secreto ha sido informado del caso y está evaluando si Atkins será acusado bajo cargos federales, dado que las amenazas contra un presidente de los Estados Unidos suelen ser procesadas a nivel federal. Aunque las autoridades locales lideraron la detención inicial, es posible que el caso se traslade al ámbito federal debido a la naturaleza de las amenazas.