Cubana explota contra el régimen: "Ya acabaron con este país, váyanse"

La cubana Yordanka Battle Moré, residente en La Habana, explotó en redes sociales contra el régimen luego de estar desde las 4 a.m de este jueves en una cola para comprar cuatro tubos de picadillo.

Battle Moré publicó un video en su perfil de Facebook para denunciar la precaria situación en que viven los cubanos de a pie actualmente.

"Madrugar, gente pasando frío, gente con tremenda necesidad de comida, hacer una cola horrible, para cuatro tristes tubos de picadillo. Tengo una indignación tan grande por esta vida tan paupérrima que a uno le ha tocado vivir", expresó.

De acuerdo con Yordanka, decidió grabar este video porque "la situación en este país es invivible. Todos los días es lo mismo y uno se cansa".

Asimismo pidió que ninguna persona le hablara de los slogans oficialistas sobre sacrificios y resistencia.

"Que a nadie se le ocurra venir a hablarme de esfuerzo ni sacrificio. Esto que estamos viviendo no es justo, nosotros no somos animales. Los perros en Estados Unidos viven mejor que nosotros", añadió.

Battle Moré también les envió un fuerte mensaje a los dirigentes castristas: "No me callo nada, me van a tener que matar para que yo me calle. Partida de energúmenos, ineficientes, quítense de ahí, ya se robaron todo lo que se iban a robar, ya acabaron con este país, váyanse".

De inmediato, la denuncia de la cubana recibió cientos de mensajes de apoyo en redes sociales.

Al respecto, Nidia Carlos Frómeta escribió: "Estoy de acuerdo contigo en todo y no puedes callar porque si te callas y te tragas toda esa furia vas a infartar y estás muy joven para eso. Es inhumano lo que está haciendo ese gobierno con nuestro pueblo".

Por su parte, la usuaria Teresa Pérez comentó: "Qué valiente eres. Estoy orgullosa de que seas de las cubanas que no sufre en silencio. Ojalá todos los cubanos se unieran y defendieran sus derechos".

Battle Moré lleva meses denunciando las arbitrariedades que ocurren en el país. El domingo pasado volvió a exponer la situación de su vivienda, en peligro de derrumbe.

"De madrugada desperté asustada por el estruendo, aunque ya sabía qué había pasado. Otro pedazo de techo, pero esta vez del baño. Pudiera hacerles la historia completa, pero ya no tengo ni paciencia ni ganas de contar el sinnúmero de gestiones que ha hecho mi madre para obtener un subsidio para la reparación de la vivienda",declaró entonces.