Congresista Mario Díaz-Balart crítica posible visita de Díaz-Canel a Estados Unidos

El congresista cubanoamericano Mario Díaz-Balart criticó la concesión de entrada a Estados Unidos al dictador Miguel Díaz-Canel, quien asistirá a la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre. 

Díaz-Balart manifestó este 22 de agosto estar "consternado por el apaciguamiento de adversarios peligrosos y la recompensa a violadores de derechos humanos" por parte de la administración Biden, al otorgar entrada a Díaz-Canel tras la expulsión de diplomáticos cubanos en el pasado por espionaje.

El legislador republicano juzgó a la ONU por "fallar en su deber de proteger los derechos humanos al permitir que algunos de los peores infractores de derechos humanos participen en discusiones críticas". Díaz-Balart ha propuesto medidas para retirar fondos a la organización precisamente por esta complacencia con dictaduras como la de Cuba.

"Cuando la ONU se tome en serio a sí misma, entonces yo tomaré en serio a la ONU. La continua predilección de la ONU por amplificar los mensajes de dictadores antiamericanos y de los peores violadores de derechos humanos del mundo, como Díaz-Canel, solo confirma que mi decisión de retirarle los fondos fue acertada", sentenció el legislador.

El Miami Herald informó recientemente de la posible visita del dictador cubano a Nueva York para participar en la Cumbre de los Objetivos de Desarrollo Sostenible el lunes 18, aunque los medios de prensa oficialistas no han confirmado aún si Díaz-Canel ha obtenido visa para viajar a Estados Unidos, dado que este tipo de registros son confidenciales.

Fuentes anónimas señalaron al medio que el líder cubano preside actualmente el G-77 más China, agrupación de 123 naciones en desarrollo, por lo que éste será un tema central durante su participación en la Asamblea General de la ONU. Previo al viaje a Nueva York, Díaz-Canel encabezará una cumbre de este grupo en La Habana. 

Se espera que Díaz-Canel pronuncie, además, un discurso en el debate general a partir del 19. 

Pese a ciertos acuerdos migratorios, tanto Washington como La Habana han descartado un retorno a la política de acercamiento de la era Obama. Persisten diferencias en temas como la lista de países patrocinadores del terrorismo y la liberación de presos políticos en la isla.