Liberan en Estados Unidos a Osiel Cárdenas Guillén, exlíder del Cartel del Golfo
Uno de los principales responsables de haber "inaugurado una nueva era del crimen organizado" en México, fue trasladado el viernes pasado a la custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU.
Actualizado: September 2, 2024 10:02am
Osiel Cárdenas Guillén, una figura emblemática del narcotráfico en México y exlíder del Cartel del Golfo, ha sido liberado de una prisión en Estados Unidos, lo que ha generado inquietudes sobre su posible retorno a territorio mexicano.
Cárdenas Guillén, quien fue señalado como uno de los principales responsables de haber "inaugurado una nueva era del crimen organizado" en México, fue trasladado el viernes pasado a la custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU. (ICE) desde una prisión federal en Terre Haute, Indiana, según informaron las autoridades.
Condenado en 2010 a 25 años de prisión por cargos que incluían amenazas de asesinato contra agentes federales y ordenado a entregar 50 millones de dólares obtenidos de sus actividades criminales, el caso de Cárdenas Guillén ha vuelto a capturar la atención pública.
Aunque no se ha aclarado por qué no cumplió la totalidad de su condena, su transferencia a ICE sugiere que podría ser deportado a México, donde enfrenta al menos dos órdenes de arresto, según reportes de la agencia Associated Press.
Cárdenas Guillén es conocido por haber sido el líder del Cartel del Golfo, una organización criminal con base en las ciudades fronterizas de Reynosa y Matamoros.
Sin embargo, su notoriedad aumentó al ser el creador de Los Zetas, un grupo de exsoldados de las fuerzas especiales mexicanas que se convirtieron en su ejército personal y escuadrón de sicarios. Este grupo no solo marcó un hito en la violencia del narcotráfico, sino que también estableció un nuevo paradigma de brutalidad en el país.
Los Zetas, bajo la dirección de Cárdenas Guillén, perpetraron actos de terror que incluyeron masacres, decapitaciones y el abandono de cuerpos mutilados en carreteras. Según Leo Silva, exagente de la Agencia Antidrogas de EE.UU. (DEA) que trabajó en México, Cárdenas Guillén "desató esta mentalidad de crear miedo en el país", lo que ha sido directamente responsable del aumento de la violencia relacionada con los cárteles en las últimas dos décadas.
Cárdenas Guillén, apodado "El Mata Amigos", hizo honor a su sobrenombre a través de una carrera criminal marcada por la traición y la violencia.
A los 57 años, este hombre movió toneladas de cocaína y acumuló millones de dólares a través de sus actividades ilegales. Fue capturado en 2003 y extraditado a Estados Unidos en 2007, lo que marcó un hito en la lucha contra el narcotráfico.
A pesar de su captura, el legado de terror que dejó a través de los Zetas persistió. En 2010, Los Zetas se separaron del Cartel del Golfo para formar su propia organización, llevando a cabo ataques de estilo terrorista que se extendieron hasta el sur de México, en el estado de Tabasco.
Sin embargo, la captura o muerte de sus principales líderes entre 2012 y 2013 debilitó significativamente al grupo.
Uno de los actos más audaces de Cárdenas Guillén ocurrió en 1999, cuando rodeó y detuvo un vehículo en la ciudad fronteriza de Matamoros que transportaba a dos agentes de la DEA y a uno de sus informantes. Sus hombres apuntaron con armas a los agentes y exigieron la entrega del informante, quien casi con certeza habría sido torturado y asesinado. Los agentes resistieron y se negaron, recordándole a Cárdenas Guillén las graves consecuencias de matar a empleados de la DEA. Finalmente, el líder del cartel ordenó a sus hombres retirarse, pero no sin antes decir: "Gringos, este es mi territorio".
Con su liberación y posible deportación a México, surgen múltiples interrogantes sobre el futuro de Cárdenas Guillén. Las autoridades mexicanas han expresado su preocupación por las consecuencias que podría tener su retorno, especialmente dada la historia de violencia que lo acompaña.
Además, el hecho de que aún enfrente órdenes de arresto en su país natal plantea la cuestión de si las autoridades mexicanas estarán en condiciones de someterlo a la justicia o si podría reaparecer en el inframundo criminal.