Crisis de condones y aseo en Cuba se agudiza con la pandemia

La escasez de condones y productos de aseo no es exclusiva de la pandemia, sino que vino con la "situación coyuntural" desde inicios de 2020
Crisis de condones y aseo en Cuba se agudiza con la pandemia
 

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Cuba ha vivido en los últimos 60 años crisis cíclicas, algunas se van, otras vuelven, incluso algunas conviven a la misma vez. La terrible pandemia que ha azotado a la Isla en los últimos meses no solo ha dejado miles de contagiados y decenas fallecidos, también se han vuelto a "perder" los condones y el aseo

A finales del año pasado hubo una falta notoria de este método anticonceptivo y de protección ante ITS, incluso a inicios de año aún persistía su carencia en la red de farmacias del país. 

Cuando parecía que se recuperaba el abastecimiento de los condones, el coronavirus amenazó con extinguir a la humanidad y los recursos y voluntades se voltearon a enfrentar la horrible enfermedad, y que bueno que se tengan prioridades, el COVID-19 no es un asunto para tomar a la ligera, hay que trabajar de lleno para frenar su voraz hambre de humanos, pero… ¿y los condones? 

Meses anteriores, la revista cubana Alma Máter publicó: "La escasez generalizada en Cuba ahora está golpeando fuertemente la producción y distribución de condones, un artículo que se vende en las farmacias a un precio subsidiado por el Estado, pero que ahora solo se puede encontrar en el mercado negro". 

Sin embargo esa cita parece haber sido redactada justo hoy, cuando esa realidad descrita persiste.

"Funcionarios del ramo que pidieron no revelar su identidad indicaron que la falta de condones en las farmacias se debe a problemas de adquisición en el extranjero y a otras trabas burocráticas", puntualizó Alma Máter.

Proliferan los anuncios en sitios como Revolico y Porlalivre. La caja grande de 24 cajetillas puede costar hasta 10 CUC en el mercado negro. Un condón se cotiza a 20 pesos (0.8 USD), y una cajetilla de 3, a 50 pesos (2 USD). 

Cuba no produce preservativos. Los profilácticos que entran al país o bien son importados y van a las farmacias (fundamentalmente desde países asiáticos, en los que la Isla negocia la fabricación de marcas como Momentos, Vigor y Vigor +, y con estándares requeridos por el mercado nacional), o provienen de donaciones de organismos e instituciones internacionales de salud, los cuales se distribuyen en las consultas y programas de ITS, puntualiza la publicación cubana.

 

 

Nuestra revista ADN Cuba publicó en enero de este año: "Al menos en la provincia de Pinar del Río, próximamente comenzará la venta de condones, desaparecidos desde hace varios meses en el mercado cubano. Según declaró Héctor Rodríguez Chávez, funcionario del Departamento de Medicamentos al periódico Guerrillero, no cuentan con la cantidad suficiente para satisfacer la demanda de todos los dispensarios de Vueltabajo, pero la situación "mejorará". 

En medio de la pandemia hay que mantener la higiene, pero ¿con qué aseo?

A inicios de la COVID-19 en Cuba, la ministra cubana de Comercio Interior, Betsy Díaz Velázquez, explicó que el país no tenía abastecimiento para suplir por completo las necesidades de la población: "Las cantidades de crema dental y detergente líquido no nos permiten llegar al 100% de las personas. Por tanto, decidimos distribuirlos en períodos de tres meses". 

"Las cantidades mensuales de estos productos fueron entregadas a las administraciones de cada provincia, que serán las encargadas de distribuirlas de acuerdo con el estado epidemiológico de los territorios", publicó Cubadebate.

 

 

Sobre la venta de hipoclorito de sodio y lejía de cloro, la titular de Comercio Interior explicó en el medio oficialista que en los primeros nueve días de venta del cloro se duplicó en el país la cantidad de puntos de venta para estos productos.

"Hoy funcionan 823 establecimientos dedicados a esta función y seguiremos buscando espacios para elevar las ofertas al pueblo. Tenemos la obligación de controlar que cada producto se venda con las concentraciones establecidas", explicó Díaz Velázquez.

Pero con cloro no solo vive, o se mantiene limpio, el hombre. La pasta dental es, junto con el papel sanitario, el detergente y el jabón, uno de los productos con serios problemas de abastecimiento en la isla y cuando aparece en algún establecimiento son frecuentes las largas colas.

Pero la crisis del aseo, por lo menos esta última que estamos viviendo, data de fecha similar a la de los condones: "Hemos venido enfrentando una situación de desabastecimiento de artículos de aseo y limpieza, al solo poder asegurarse por la industria nacional el 50 por ciento de la demanda de la población, no de lo que está en los planes”, declaró Díaz Velázquez a la Agencia Cubana de Noticias a finales de octubre de 2019.

"Desde hace más de un año, la pasta dental está entre la lista de los llamados "superhéroes": productos que aparecen raramente en los mercados cubanos, y que son acaparados cuando aparece la menor oferta, lo cual provoca las frecuentes molestias de la población", refiere Cubadebate.

Como ya es habitual, las redes sociales se han convertido en la válvula de escape de miles de internautas que no ocultan sus reclamos. Facebook sigue siendo el espacio preferido por cubanas y cubanos para exponer abiertamente sus criterios, opinar y hacer catarsis. 

Ariana GM dijo con pelos y detalles: "Lo peor es que cuando aparezca la pasta de diente se van a creer los héroes del país cuando es algo esencial que debe estar disponible siempre. Cuando todos tendrán que ir al dentista entonces no habrá material para arreglar los dientes. Y eso va ser otro lio".

Sandra Revilla alega que: "Un país debería ser capaz de abastecer a su pueblo mínimamente todos los días del año, con cuarentena y sin ella. Y tener una producción básica de productos esenciales. Quién dice pasta dental, dice pescado fresco, carnes, frutas, verduras, leche, sin necesidad de hacer colas de cinco horas. Falta  economía interna, sobran mentiras y dictadores que abusan".

Ángel Santa Mitat expresó: "No hay pasta de diente. No hay jabón, ni productos de higiene para el hogar. No hay alimentos para que la población se abastezca. Pero si hay mucha propaganda y muchas mentiras repetidas que eso es lo único que saben hacer".

Sin embargo en el "mercado negro" proliferan las ofertas de los productos que escasean en la tienda, y lo peor del caso, es que en muchas ocasiones coinciden con los que venden en las tiendas recaudadoras de divisas, otras veces son mercancías traídas de otros países, y eso le da un valor añadido que recae en el precio de venta, porque si en tiempos normales estaban caros, ahora con pandemia y escasez se ha hasta triplicado su valor. 

Un frasco de shampú de producción nacional puede costar 12 CUC o lo que es lo mismo que 300 pesos, la mitad de un salario cualquiera en Cuba, pero si es de marca oscila entre los 20 o 25 CUC, precios prácticamente impagables teniendo en cuenta que los demás productos también ha aumentado su valor. 

 

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