Lo que dice el Noticiero va a misa

¿A esa gente le dan jabones especiales? Coño. ¿De dónde sacan detergente esos gordos que siempre aparecen con unas guayaberas blancas, limpiecitas, que se ve que han cogido plancha y perchero?
Ilustración: Armando Tejuca.
 

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Yo no sé por qué hay tanto revuelo. El cubano está siempre buscándole las tres patas al gato. ¿Cómo que cuatro? Bueno, si lo dice el Granma y después el Noticiero, el gato puede tener las patas que le dé la gana. Porque esos son los sitios que tenemos que ver para estar informados. Si pasó algo en el mundo y el Granma o el Noticiero no lo dijeron, es que no pasó, y lo que no fue, es como si nunca hubiera fuesesido. Sencillo, caballero, por eso "somos continuidad".

Antes las noticias las daba el Comandante. Bueno, con la ayuda del Granma y el Noticiero, y cuando era urgente, citaban a los militantes y se lo decían, para evitar la bola y "Radio Bemba". Que si yo lo oí, que si un primo del vecino. O que lo soltaron en "Radio Guam", en Radio Martí o en La Poderosa. Calurnias, solamente calurnias. 

Después el comandante buscó una alternativa, porque él era muy creativo y no tenía tiempo, y ahí nació la Mesa Redonda. Cuando eran malas noticias o las noticias eran un poco feas, las daba Randy. 

Por eso, esta que usté ve aquí, invirta como la revolución, Liduvina Portuondo Pertierra, no cree ni en la madre que la parió. Yo solo creo en lo que dicen el Granma y el NTV. Ah, y la Mesa Redonda, aunque menos, porque a veces los redondos son los invitados. Qué manera de haber gordos en ese programa, Virgen Santa. Bueno, yo pensaba eso hasta que una vecinita mía me explicó que la televisión pone gorda a la gente. Aunque yo eso no me lo trago, porque Germán Pinelli era un fideo y así estuvo muchos años.

Tampoco me gusta mucho la mesa esa por el muchachito con cara de guayo. Porque le miro la cara y enseguida me pongo a pensar en cómo tiene el bloqueo la calle donde vivo, llena de baches. Ahí es donde una se da cuenta de lo criminal que es el imperialismo yanqui.

No, y a veces hasta cojo vuele con la mesa esa. Caballero... ¿A esa gente le dan jabones especiales? Coño. ¿De dónde sacan detergente esos gordos que siempre aparecen con unas guayaberas blancas, limpiecitas, que se ve que han cogido plancha y perchero? Y a veces meten mucha muela, y a mí la muela me aturde. Al único ser al que le aguanté las tabarras fue al Comandante. Al principio porque hasta me gustaba y me emocionaba ver a aquel hombre habla que te habla, subiendo y bajando el deo blanco y largo, jalándose los pelos de la barba como el mago Jotabich, acusando al imperialismo y llenando el aire de vacas, bisteces, frijoles, tártaras de leche. Todo a lo grande, porque el comandante todo lo ampliaba y lo anchaba.

Luego lo veía por costumbre, porque no había nada en el otro canal. Y ya al final me disparaba aquellas trovas para ver qué producto se iba a perder al día siguiente. ¿Fidel habló de las calabazas? Corre y busca calabazas que ya no volverán. ¿El comandante dijo aguacate? Y allá iba yo y hasta me trepaba en la mata para almacenar aguacates, porque ese hombre tenía una boca bendita, cosa que mencionara, cosa que se iba del país.

Pero la gente es boba, o loca, y ahora corren una bola a ver qué entierro te hacen, y hay eso que le dicen “periodismo independiente, y lo único que falta es que la CIA tenga su sede en la calle Obispo o en algún edificio alto del Vedado, y la gente te da hasta dos versiones de una misma noticia. ¿Para qué, señores? Si uno no lo entiende en el periódico, en el Noticiero te lo van a explicar clarito, y con fotos y videos. Y ahí sí que no hay bola escondida, ni tupes, ni mentiras. Porque el Partido no engaña, y el Granma no miente. Y el Noticiero tampoco, porque no le hace falta.

¿Cuándo tú has visto que en el Granma o en el Noticiero dicen una mentira? A lo mejor no dicen la verdad, pero ¿una mentira? ¡Nunca! ¡Jamás de los jamases! Porque ese periódico y el noticiero son verdes como las palmas, y están hechos por los humildes, con los humildes y para los humildes. Fíjate si es así, que el Granma es el papel higiénico de los humildes.

Lo que pasa es que algunos dicen que perdieron la fe, y que esto se acabó y lo que pasa es que el papeleo demora. No es verdad. La gente no tiene paciencia y piensan que construir el socialismo es como hacer un kiosko para los carnavales. No, eso lleva su tiempo. Y después de construirlo hay que perfeccionarlo.

Y les digo a los que se cansaron o los desesperaos que esto no se acabó nada. La revolución sigue y seguirá. Y el día en que en el Granma o en Noticiero digan que llegó el final, entonces lo creeré. Aunque puede pasar que ese día no haya papel para que salga el periódico o se vaya la luz y no pueda ver el noticiero.

 

Ilustración de portada: Armando Tejuca

Escrito por Ramón Fernández Larrea

Ramón Fernández-Larrea (Bayamo, Cuba,1958) es guionista de radio y televisión. Ha publicado, entre otros, los poemarios: El pasado del cielo, Poemas para ponerse en la cabeza, Manual de pasión, El libro de las instrucciones, El libro de los salmos feroces, Terneros que nunca mueran de rodillas, Cantar del tigre ciego, Yo no bailo con Juana y Todos los cielos del cielo, con el que obtuvo en 2014 el premio internacional Gastón Baquero. Ha sido guionista de los programas de televisión Seguro Que Yes y Esta Noche Tu Night, conducidos por Alexis Valdés en la televisión hispana de Miami.

 

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