El castrismo destituye a Lázaro Expósito Canto

El IX Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) decidió liquidar la carrera política de Lázaro Expósito Canto, al anunciar su destitución con el eufemismo de que lo “liberaban”. 

Lázaro Expósito Canto estuvo gran parte de su vida siendo parte de la nomenclatura del Partido Comunista. Graduado en Filosofía Marxista-Leninista y con formación en Seguridad y Defensa Nacional, su carrera comenzó en su natal Caibarién, Villa Clara, donde asumió roles como presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular y Primer Secretario del PCC. 

En 2009, fue designado Primer Secretario del PCC en Santiago de Cuba, un puesto que ocupó hasta 2021. Durante esos 12 años, Expósito Canto según el propio Partido era un dirigente de alta "sensibilidad, creatividad y consagración sin límites".

En 2021, el PCC anunció su salida del liderazgo en Santiago de Cuba, en un movimiento descrito por las autoridades como "natural". José Ramón Monteagudo Ruiz asumió el cargo en su lugar, mientras que Roberto Morales Ojeda, Secretario de Organización del Comité Central, destacó que la "liberación" de Expósito se había realizado con admiración popular y como un modelo de transición digna.

Sin embargo, no se ofrecieron detalles específicos sobre las causas de su sustitución, lo que desató las especulaciones. Aunque la nota oficial ensalzaba su desempeño, el contexto de la transición dejaba entrever que factores internos pudieron haber influido.

La reciente declaración del IX Pleno del Comité Central utiliza nuevamente el término "liberación" para referirse a la salida de Expósito de sus responsabilidades en el Partido. El comunicado oficial repite el patrón de elogios, destacando su capacidad para "aglutinar la voluntad colectiva" y su "lealtad absoluta a la causa revolucionaria".

Sin embargo, el uso constante de eufemismos como "liberación" en lugar de "destitución" deja margen para interpretaciones más críticas sobre la verdadera naturaleza de su salida. Algunos observadores consideran que, detrás del reconocimiento público, podrían ocultarse desacuerdos internos o un cambio estratégico en la dirección política del país.

Raúl Castro, en 2016 le dio el el título de Héroe del Trabajo de la República de Cuba, un galardón que el régimen entrega a sus funcionarios más fieles. Y en 2019 su nombre sonaba como osible sustituto de Raúl Castro. Un puesto que terminó ocupado por Miguel Díaz-Canel.