El Gobierno cubano regula la venta de alimentos y productos de higiene ante la escasez

Según la ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz Velázquez, ello se decide para lograr "una distribución justa y racional y evitar el acaparamiento".
 El Gobierno cubano regula la venta de alimentos y productos de higiene ante la escasez
 

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El Gobierno de Cuba anunció este viernes la aplicación progresiva de medidas para regular y controlar la venta de productos alimenticios, de aseo y de higiene con el fin de evitar el acaparamiento, debido a la escasez y desabastecimiento existente desde hace meses en la red de comercio minorista del país.


La ministra del Comercio Interior, Betsy Díaz, explicó que las medidas de regulación pretenden garantizar una distribución "justa y racional" de productos básicos como el pollo, el huevo, la salchicha, y artículos de higiene, según citan medios oficiales de la isla.


Díaz señaló que la política del Estado cubano es "cada vez más incrementar las ofertas", pero indicó que ante la escasez es necesario "regular y controlar" la venta de determinadas mercancías.


No obstante, dijo que las nuevas disposiciones "no significan que vuelvan a ser productos normados" por la "libreta de abastecimiento" que distribuye a la población varios productos de la canasta familiar subvencionados.


Cada cubano adulto recibe mensualmente a través de la "cartilla de racionamiento" -establecida desde 1962- 7 libras de arroz, 4 de azúcar, medio litro de aceite de soja, un paquete de café mezclado, un paquete de pasta, 15 huevos, 10 onzas de granos y una libra de pollo.


Asimismo distribuye a los infantes -de 0 a 14 años- 1 libra de picadillo, 11 onzas de pollo y además un litro diario de leche hasta que cumplen los siete años.


Para completar su alimentación, la mayoría de los cubanos están obligados a recurrir a la estatal red de tiendas de oferta y demanda, a precios mayores y con una limitada variedad de productos, o a los comercios en divisas.


La titular del Comercio Interior recalcó, como ya avanzó la máxima dirigencia cubana, que el país vive una coyuntura financiera "muy compleja" debido al recrudecimiento del embargo que aplica Estados Unidos contra Cuba.


Explicó que esa política de EEUU ha obligado a buscar nuevos mercados más distantes y, por tanto, más costosos y ello ha tenido un impacto en los niveles de abastecimiento a la población.


Según Díaz, en el primer trimestre de 2019 hay productos como el aceite, el huevo o el arroz cuyos abastecimientos se han mantenido "estables e incluso se han incrementado".


Pero consideró que la demanda "se ha disparado" y en algunos casos "al doble" que en igual período del año anterior, como consecuencia de la falta de otros productos que tradicionalmente compensaban la dieta familiar y por el miedo al desabastecimiento, que provocó compras en exceso.


Precisó que en el caso del pollo, dependiente únicamente de las importaciones, su venta continuará en los "Mercados Ideales" (de oferta liberada), pero de manera regulada hasta 5 kilogramos por persona o dos paquetes en las tiendas en divisas, y dijo que está prohibida, por el momento, su comercialización por cajas.


En esos mercados también se seguirán ofertando artículos de aseo como el jabón de lavar y el de baño, aunque de manera "regulada".


Productos como el huevo, el arroz, los frijoles, el chícharo y las salchichas, hasta ahora de venta liberada, pasarán a distribuirse de forma "controlada" por la cartilla de racionamiento, pero con precios no subvencionados, con el objetivo de evitar "el acaparamiento" y de acuerdo con "la disponibilidad" en el mercado.


Sobre las ventas para los negocios privados, aclaró que una vez garantizadas las asignaciones para la población se distribuirán productos como el arroz, el pollo y el huevo, entre otros, en establecimientos seleccionados para su venta a los trabajadores por cuenta propia -como se denomina en la isla el trabajo autónomo- y a cooperativas no agropecuarias.


La harina de trigo, el aceite, los huevos, el pollo, la leche en polvo y las populares salchichas, junto a las frazadas o paños para limpiar los pisos, han sido desde finales del pasado año los artículos víctimas del desabastecimiento, y se forman largas filas cada vez que reaparecen en los mercados.


El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, reconoció la persistencia de la escasez de alimentos básicos durante una reunión del Consejo de Ministros en marzo pasado y ha insistido en la necesidad de un mayor control de los procesos económicos "importantes para la vida cotidiana".


Cuba, con 11,2 millones de habitantes, importa entre el 60 y el 70 % de los alimentos que consume por un valor anual que se eleva a más de 2.000 millones de dólares.

 

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