Líderes mujeres gestionan mejor la crisis por coronavirus

Varias mujeres al frente de gobiernos están mostrando una forma efectiva de ejercer poder en medio de la pandemia de coronavirus
Collage con fotos de líderes mujeres. Foto: Forbes
 

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Alemania, Nueva Zelanda, Taiwán, Finlandia, Islandia y Dinamarca son países que han recibido elogios por su eficaz manejo frente a la pandemia del nuevo virus que tiene en vilo a la humanidad. ¿Qué tienen en común estas naciones que han reaccionado mejor a la COVID-19? Todos están dirigidos por mujeres.

“El éxito de estos y otros gobiernos liderados por mujeres para hacer frente a una pandemia mundial es aún más notable, dado que las mujeres representan menos del 7% de los líderes mundiales”, señala CNN.

Decisiones oportunas, transparencia y empatía, son algunos de los aspectos que sobresalen en la gestión de estas líderes. Una de las respuestas más rápidas fue la de Tsai Ing-wen en Taiwán. Desde la primera señal del nuevo virus, adoptó 124 medidas para bloquear la propagación sin tener que recurrir a los bloqueos que se han vuelto comunes en otros lugares.

 

CNN se refirió a la gestión de Tsai como “entre las mejores respuestas del mundo”, manteniendo la epidemia bajo control y con un registro de solo seis muertes. En los últimos días el gobierno de Tsai también, reveló los correos que le envió a la OMS en diciembre alertando sobre la epidemia del coronavirus. Actualmente la líder de Taiwán envía a Estados Unidos y Europa alrededor de 10 millones de máscaras faciales.

La Canciller alemana Angela Merkel, se dirigió tempranamente a sus compatriotas: “Es grave. Tómalo en serio”. Desde el primer momento comenzaron los test en Alemania.

Merkel ha supervisado el programa de pruebas de coronavirus a mayor escala en Europa, realizando 350 mil 000 pruebas cada semana. La Canciller otorgó al asunto su justa dimensión, comprendió el impacto que tendría el nuevo virus y actúo con la seriedad que exigió a los alemanes, quienes la siguieron. Las cifras de contagios y fallecidos en el país son menores que las de sus vecinos europeos.

Jacinda Ardern exigió en Nueva Zelanda el encierro desde muy temprano. Fue precisa y clara sobre el nivel máximo de alerta al que estaba sometiendo al país, y por qué. Cuando solo había 6 casos en su nación, impuso el autoaislamiento a las personas que ingresaban a Nueva Zelanda. Poco después prohibió por completo el acceso de extranjeros. Actúo con determinación y claridad, amén de los señalamientos de quienes se encontraban en todo el mundo más escépticos frente a las consecuencias de nuevo virus.

A mediados de abril Nueva Zelanda registra cuatro muertes, y cuando otros países hablan de levantar las restricciones, Ardern indica la cuarentena a los neozelandeses que regresan, “en lugares designados durante 14 días”, asegura CNN.

Por su parte, la primera ministra de Islandia, Katrín Jakobsdóttir, garantizó pruebas gratuitas de coronavirus a todos sus ciudadanos, lo que favorecerá poder realizar estudios científicos claves para determinar las verdaderas tasas de propagación y mortalidad de la COVID-19. La líder islandesa impulsó, exámenes a cinco veces más personas que Corea del Sur (en proporción a sus poblaciones) e instituyó un sistema de seguimiento exhaustivo. Por esto no han tenido que cerrar las escuelas.

En Finlandia, Sanna Marin, la jefa de estado más joven del mundo, acudió a personas influyentes en las redes sociales como agentes claves para trasmitir los mensajes y las medidas en la lucha contra la crisis del coronavirus. La millennials pidió a los influencers de cualquier edad difundir información certera sobre el manejo de la pandemia.

Erna Solberg, la primera ministra de Noruega, apeló la televisión para hablar directamente con los niños de su país. En una conferencia de prensa, donde no se permitieron adultos, Solberg respondió las interrogantes de los niños y se tomó el tiempo para explicar por qué estaba bien sentirse asustados. El país le agradeció la sensible y atinada iniciativa.

 

Desde el comienzo de la crisis estas líderes políticas demuestran su efectividad al frente a sus gobiernos y el respaldo de quienes las eligieron. 

¿Pueden ser diferentes y beneficiosos los estilos de liderazgo de las mujeres? Las organizaciones políticas, laborales y en general quienes aún discriminan por razones de género, pueden encontrar en las gestiones de estas mandatarias varios ejemplos de éxito. 

 

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