Festejos del régimen por los incumplidos 94 años de Fidel Castro

González Reinoso da su opinión sobre los desmesurados festejos del régimen por los 94 años incumplidos del extinto dictador, artífice de los grandes males que hoy padece Cuba
Fidel Castro
 

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Toda la parafernalia mediática del régimen cubano ha sido desatada otra vez de punta a cabo para “celebrarle” los incumplidos 94 años a Fidel Castro, y de nuevo “por todo lo alto”.

Tal abyección, tomando prestados sin son ni ton “argumentos y argucias” comprobadas en efecto, del manual propagandista –según un periodista bastante cercano al oficialismo— se piensa como “fórmula mágica” para conseguir aturdir al mismo pueblo que, “en oprobios sumido”, olvida hasta los cumpleaños propios. Es obvio que este periodista no iba admitir -a la luz pública- análogos manejos del poder. 

Esta vez, el espacio Al mediodía de la TV -uno de los programas más vistos por tratarse de un informativo ligero sobre horarios y adelantos-, invitó al Doctor Francisco Durán, Jefe de la Dirección Nacional de Epidemiología del MINSAP, y “héroe indiscutible en la lucha incansable contra la COVID-19”, para que ofreciese su “versión personal del amor, la profunda gratitud y el cariño” que todo el pueblo cubano “le debe” al occiso omnisciente. Por su genio y entrega escandalosa “a la obra común”, porque de callada ni modesta jamás tuvo un pelo.

Y es que el doctor Durán es la cara dócil del régimen, el que cada día a las 9 am en la pequeña pantalla, con su tono pausado, como quien sabe muy bien lo que dice, le transmite al pueblo no solo las últimas indicaciones útiles y partes de la máxima institución médica de Cuba, sino también sus malas noticias.

"No estamos satisfechos con esto", dice cuando se le menciona de algún nuevo fallecido. "Lamentamos informar sobre el nuevo brote...", comenta. "Pedimos a la población que por favor se mantenga en sus casas, evite las aglomeraciones, se cuide...", aconseja cacofónico todos los días.

La gente común valora esos esfuerzos, pero rara vez le obedece. Ni cree fervientemente en las “preclaras” cifras oficiales. Es, por el contario, portador de una duda, negrísima, bajo el comportamiento típico del ciudadano lelo que desoye la voz del que le ordena e invoca a la fe ciega.

Porque sencillamente sus compatriotas, hastiados de la mentira cotidiana, ven sin querer en el científico la imagen impositiva del gobierno que con su actuar egoísta nos arrastró a otra desgracia.

Pues bien, este jueves enigmático no bastó al artefacto ideológico del CCPCC –enfermo de prioridad, urgencia y desespero ante la falta de asideros firmes en donde fondear su arcaico dogma- que entre el 12 y el 13 de agosto el diario Granma haya publicado cuatro artículos laudatorios al finiquitado inmortal, uno tras otro, casi sin respiro, con minutos de diferencia.

Más la tapa al pomo la colocó el inefable Miguel Díaz Canel Bermúdez, sustituto designado, con su habitual impronta de aspirante empecinado a primer mundista, aún en harapos.

Ha resucitado el docto militante comunista los “inolvidables momentos aquellos en los que estuvo cerca del Comandante en Jefe, Fidel Castro, con quien pudo dialogar sobre el modelo de enseñanza en las Ciencias Médicas”.

Miguel, a modo de apoyatura y catapultando a la figura del epidemiólogo rendido a un rango inusual de comprometimiento afín, en plena crisis absoluta y agravada, expresó que “superar el actual rebrote de COVID-19 sería el mejor homenaje en memoria del Comandante en Jefe Fidel Castro, al conmemorarse este jueves 94 años del natalicio del líder histórico de la Revolución”, cuando en verdad la crisis más preocupante no es la del virus retornable, sino la creada en los intestinos políticos del organismo senil.

Para justificar tal ascensión propulsada al cénit de la patria “que os contempla orgullosa”, señaló el mandante: “Hoy, […] Fidel, a cuya obra debemos los indudables éxitos que nos llevaron al control de la Covid”, en su escueta cuenta de Twitter.

E insistió en desconocer los riesgos reales a que nos exponemos sus “gobernados”, dado el conjunto de políticas erráticas primigeniamente tomadas por el equipo, harto satisfecho y autoritario a más no poder: “El mejor homenaje a su obra, a la monumental obra humana que nos legó, sería vencer el rebrote a golpes de disciplina y de cuidados”, sentenció sin sonrojarle la apelación a los golpes y trastazos que entre líneas se vislumbran, cual antesala nefasta a la condecoración que otorgará a tan bravísimos muchachos de Tropas Especiales, Respuestas Rápidas, Palos y Cabillas Cederistas, y cualquier turba fascistoide próxima a engendrarse.

Desvariando más y mejor, abundó después en el mismo artículo granmense sobre “la creación de centros científicos de investigación y producción, así como la formación de personal altamente calificado, incluidos los sectores médico y biofarmacéutico que hoy son de los más reconocido en el mundo, fueron una característica esencial del quehacer de Fidel, hombre visionario y fundador aún en los días de mayor crisis económica y hostilidad contra Cuba.”

Para terminar con la excusa perfecta por la cancelación de las fiestas tumultuarias que han tenido lugar hasta ayer, teniendo en ellas a los niños como festejantes del cumpleaños del ex gobernante, dijo: “Hoy, disímiles muestras de afecto a Fidel llenan las redes sociales, espacio de socialización en momentos de distanciamiento físico y ausencia de actividades públicas debido a la pandemia.” Y de un plumazo traspasó el homenaje al Epidemiólogo en Jefe.

El pobre Durán, enfermo también de un estrés que ya va como la vacuna rusa –émula del animado Voltus V— montado en su particular Spútnik, esa invención homónima que nos “regalará’ la amada ex Metrópolis antes que acabe al año, a quien “duerme tres o cuatro horas al día” y a su hogar dice que va de visita, ya que por su responsabilidad laboral está “de aquí para allá enterándome de todo lo que sucede en el país, asisto a las videoconferencias con carácter internacional que se realizan para guiar la prevención de la enfermedad, reviso los resultados publicados cada día de las investigaciones que se acometen sobre el virus, su origen, sus características, sus secuelas… Apenas descanso, pero muchos otros tampoco lo hacen. Esta es una situación sin precedentes y necesitamos cada vez más participación popular, mayor conciencia para que el panorama sea más favorable”, y así concluye satisfecho y extenuado su personal Fiesta del Guatao, en este día. (Otro más).

Escrito por Pedro Manuel González Reinoso

(Caibarién, Las Villas, 1959) Escritor Independiente. Economista (1977), traductor de lenguas inglesa y francesa (1980-86). Actor y Peluquero empírico. Fundador de ¡El Mejunje!, Santa Clara (1993) donde nació a Roxana Rojo. Trabajos suyos incluyen poesía, artículos, ensayos. Su personaje aparece en varios documentales del patio: "Mascaras" y "Villa Rosa" (Lázaro Jesús González, 2015-16), "Los rusos en Cuba" (Enrique Colina-2009). Fue finalista del Premio Hypermedia de Reportajes en 2015.

 

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